SOBRE MIS TAFBAJOS PICTÓRICOS

Voyerismo.
Entre la cómplice sombra, con el sigilo suficiente del que conoce lo ilícito espero ansioso la aparición de alguna silueta tras la ventana de alguna casa vecina donde se halle la presencia de una inocente víctima, para convertirse en la mayor generadora de ansiedad y adrenalina..
Comienza la rutina, y al transcurrir un tiempo de espera, veo encenderse la luz de una ventana, que se abre un poco para que el aire refresque un poco la habitación; la cortina comienza su vaivén inquietante que deja ver intermitentemente el ritual de la desnudes de una mujer que jamás he visto en mi vida. En este instante comienza mi cuerpo a mandar la señal inequívoca que estoy por llegar al paraíso.
Mi estomago se frunce de ansiedad, el sudor brota a manantiales el calor de la pasión, mi corazón alcanza un nuevo record de latidos por minuto, y claro, la sangre comienza a circular por aquellos lugares que pocas veces visita en la normalidad de los días; primero el rubor enciende de manera visible mi rostro, y luego, propicia una erección tan intensa que pocas veces en la rutina obligada de sexo se puede alcanzar; y en ese bacanal de emociones y sensaciones sublimes, emerge como nunca el orgasmo.
Y me quedo vacío, mirando a las ventanas con una pequeña ilusión, sin más compañía que mi alma; veo como se apagan las luces de aquellas ventanas con las que espero nuevamente una escena que me llene de placer.
Byron Rodríguez Builes.

Intervención del Espacio.
El VOYEURISMO es inherente a la condición del ser humano, puesto que toda persona en diferentes grados encuentra morbo en la violación de la intimidad del otro.
Este tema es más relacionado como una perversión sexual, sin embargo, esta violación de la intimidad puede ser de carácter sexual o no. Es por esto que puedo decir sin temor a equivocarme que todo ser humano es voyerista.
Pueden ser muchos lo orígenes de esta perversión, pero considero que es en los tabúes religiosos, el culto al cuerpo humano y en la vergüenza propia donde podemos encontrar principalmente la causa de esta desviación.
El cuarto de baño se puede considerar como el lugar más privado que pueda tener una persona, porque es allí donde frente a su propia desnudez y aquellas necesidades socialmente esquematizadas podemos encontrar la esencia misma de la persona, es decir, no hay otro sitio donde un ser humano sea más autentico que en su propio baño; por este motivo el morbo aumenta para todo voyerista, en la posibilidad de violentar ese espacio.
Lo que quiero con este trabajo es de algún modo simular mi entrada a la intimidad de las personas en este lugar; y aquellos que se sientan identificados con este trabajo van a poder imaginar por un momento la fantasía y el placer que brinda el voyerismo.
Byron Rodríguez Builes.

Sin Eros.
En mi proceso académico he persistido con el tema del erotismo, escudriñando desde el voyerismo hasta la pornografía, tratando de mostrar con mi trabajo el sexo sin tabúes y restricciones.
Este trabajo cambió un poco la formalización de la obra; dejo de ser explicito con el acto sexual pero sin desprenderme del tema que me inquieta: el sexo. Me refiero a diferente es por la exclusión del individuo como sujeto erótico, en los momentos o situaciones que nos remiten al morbo o al sexo, negando en la pintura la figura humana, su piel y su esencia, quedando un vacio, referenciándome a la ausencia del erotismo en el ser.
La parte sensual que se presenta en los encuentros sexuales de los personajes, queda simplemente insinuados con la representación de su ropa, que de alguna forma nos indica que esta pasando algo íntimo entre dos personas.
Todo lo que muestro en los cuadros son situaciones y lugares cotidianos, donde puede ocurrir cualquier evento desde un simple paseo, hasta la realización del acto sexual. Niego y critico de alguna forma las restricciones sexuales impuestos, y hablo a la vez del ser sin eros; con la yuxtaposición de los personajes en encuentros eróticos sobre un fondo neutral, sin darle importancia a la representación de sus cuerpos, hasta con los colores utilizados en la pintura, que no son para nada considerados erótico o sensuales.
Con esto puedo decir que nuestra sexualidad es tan simple y tan común como todo lo que hacemos a la luz pública, pero aún en nuestra sociedad, el sexo es sólo para la intimidad y privacidad del individuo, a pesar de, que tanto hombres como mujeres son mas abiertos a demostrar, hacer y sentir sus sentimientos sexuales hoy día.
Byron Rodríguez Builes.


Unisex.
Hoy día avanzamos en el pensamiento, evolucionamos en la manera de ver el mundo y a las personas y nos damos cuenta de que la cultura exageró las diferencias entre los hombres y las mujeres. Tanto, que hoy día el pensamiento adopta la concepción de la igualdad en derechos y obligaciones. Es por ello que la cultura de hoy podría llamarse "unisex".
El punto a resaltar, lo más positivo de todo esto, es que la mujer se acerque a la manera de ser del hombre y el hombre a la manera de ser de ella. Refiriendo, claro, a los aspectos conductuales que se traducen en un mayor nivel de satisfacción para ambos géneros, que es lo que importa. Esto, nadie podría negarlo, favorece y permite la evolución hacia la mejor comunicación y por lo tanto un mayor nivel de comprensión entre ambos sexos.
En todo ser humano existe un lado femenino y un lado masculino. De la integración de ambos lados, que prefiero llamarlos principios, surge la manifestación del potencial del ser en toda su dimensión.
El respeto y unión entre ambos sexos, desde su individuación harán el cambio a nivel social, de manera natural al ya no estar contaminados por una infancia de represión sustentada en creencias absurdas sobre las funciones de ambos sexos.
Con mi trabajo pretendo de alguna manera, mostrar y tratar el lado femenino y masculino, con el conocimiento de que todo ser humano poseemos en nuestro interior el lado opuesto al de nuestro propio género, sin dejar de alguna manera, seguir siendo hombres o mujeres.
La aceptación de esta condición permite que no haya diferencias tan marcadas en nuestra sociedad, teniendo como resultado una mejor forma de vivir entre ambos géneros.
Byron Rodríguez Builes.

Mapas
Evocando a mi infancia, llegan a la memoria las manchas generadas en las sabanas por el acto de orinar en el estado inconsciente del sueño, manchas que formaban mapas o croquis según mis padres. Estos mapas también llegaron después en mi adolescencia como en mi adultez, pero ya no con el orín, fueron formados con semen, producto de las poluciones nocturnas que, también fueron realizados en el estado de la somnolencia.
Estas huellas quedan ahora solo en mi memoria y las quiero traer a mi trabajo artístico recreándolo de al alguna manera en mi propuesta, creando estos mapas (según mis padres) de lugares ficticios generados por las huellas involuntarias de estos dos fluidos, hablando y realizando analogías con los aspectos de territorialidad como de población.
Byron Rodríguez Builes.

ABYECCIÓN, TERRITORIALIDAD Y SURREALISMO
Por: Gladys Lucía Ramírez.

Al entrar en contacto con la obra de Byron Rodríguez B., advertimos de inmediato la posibilidad de su doble lectura, ya que por un lado nos devela un asunto íntimo y personal, y por otro nos remite a problemáticas de carácter universal comunes al arte contemporáneo, e inscritas en un orden simbólico de transgresión social. Aún así, la compleja poética trazada por el artista puede resumirse en tres puntos focales: abyección, territorialidad y surrealismo.
En el primer caso, lo abyecto se evidencia en el uso de fluidos corporales como orín y semen, que ilustran respuestas físicas involuntarias, signos evocadores del cuerpo y gérmenes de vida y muerte. Como categoría estética, la abyección se apoya en el psicoanálisis al reconocer que la expulsión es una condición necesaria para la formación sexual, psicológica y social del individuo. De otro lado, al rechazar la ilusión y cualquier forma de sublimación entre la obra, la mirada y el olfato del espectador, el artista apela a la ambivalencia atracción-repulsión que despiertan los fluidos corporales en nuestro contexto social, para invitarnos a reconocer la abyección como un acto consustancial a la vida cotidiana del individuo.
En segundo lugar, la pregunta por la territorialidad aporta a la obra su carácter abstracto, al asumir las manchas de orín y semen como mapas o croquis de lugares ficticios, que solo han sido visitados en el estado inconsciente del sueño. Cabe agregar que los donantes de los fluidos son considerados por el artista como los dueños de estos territorios inexpugnables, cuyas fronteras amorfas retan al espectador a encontrar analogías geográficas.
Por último, el carácter surrealista de la obra se revela en el uso del azar como condición imprescindible para el resultado final, en la cual las sábanas sirven como soporte de las huellas producidas por las emisiones de semen y orín. Rodríguez comparte con los surrealistas el interés por temáticas como el sueño y la sexualidad. El sueño, por ser este el momento en el que no se controla esfínter y se dan poluciones nocturnas, y la sexualidad considerada por los surrealistas como fuente de represión psicológica.
En conclusión, la obra de Byron Rodríguez B, nos invita a múltiples reflexiones, que sin duda nos mantendrán en un estado de alerta intelectual propicio para comprender la dinámica del arte y la estética contemporánea.


De la Serie: Identidad.
"Identidad: hay pocas palabras que despierten, hoy, tanta controversia. Continuamente se habla de identidad nacional, identidad cultural, identidad sexual, y cualquier conflicto se explica como «crisis de identidad». La identidad actuaba en dos direcciones: una dirección idem que es la identidad como elemento que nos identifica con el prójimo -somos idénticos y otra dirección que es la identidad como elemento que nos singulariza -el carné de identidad, lo que me hace yo mismo. El círculo mayor es el de la humanidad zoológica, donde el cuerpo actúa como bandera humana. En torno a él se despliegan fórmulas de conocimiento y reconocimiento que son comunes a todos los pueblos del orbe: los besos, el llanto, la mímica… Sobre esas herramientas comunes, y a medida que se profundiza en lo humano, van apareciendo nuevas instancias de identidad: el amor, la familia, la ética, la técnica, las personas… Todas esas instancias nos asemejan a otros humanos y, al mismo tiempo, nos diferencian del prójimo.
Por así decirlo, la identidad humana es un repertorio casi inagotable de variaciones sobre el mismo tema: somos lo mismo, pero a la vez somos nosotros mismos. La identidad nos asemeja y nos diferencia al mismo tiempo. En último extremo, ese es el complejo e imprescindible patrimonio de la humanidad."
J.L. Núñez

De lo Invisible a lo Visible.
Siempre jugamos con la imaginación, esta fuente que nos permite crear, jugar, recrear y hasta soñar. Buscamos en nuestro diario vivir todo aquello que no podemos entender o sencillamente que no podamos explicar; y es aquí donde mi trabajo entra en acción, al tratar de ver más allá de lo que a primera vista no se puede ver.
En mi experimentación con los fluidos corporales, la sangre, es la protagonista en esta oportunidad, basándome en aquellos fluidos que pueden intervenir en una relación sexual y que a la vez, es de gran importancia para la investigación forense para determinar y recrear escenas criminales, que no se han podido resolver.
Existe un producto químico llamado “blue star”, utilizada en la medicina forense cuya función es encontrar manchas de sangre aun si han sido lavadas en el lugar de los hechos, para hacer después lo correspondiente con la investigación en los laboratorios. Este producto ayudó a que mi trabajo pudiera revelar lo invisible y así poder resolver la inquietud de la imaginación al enfrentarse a una sabanas previamente intervenidas y después lavadas para tratar de esconder manchas de sangre.
Lo que quiero divulgar con este trabajo es lo que siempre me ha inquietado al tratar de llevar mi imaginación mas allá de lo que percibo y darle siempre un doble sentido, especialmente erótico, y poder develar pictóricamente ese momento fugaz de mi imaginación, haciendo de la obra algo efímera, cambiante y momentánea como es la imaginación.
Byron Rodríguez Builes.